En esta película se narra la historia de un diseñador y su familia viviendo en la única casa de Le corbusier en América; una obra funcionalista habitada por personas completamente disfuncionales.
La casa es un espacio creado para que la familia, entre si, se observe, sin mucha privacidad, creando la ilusión de unidad, esto los lleva a desarrollar un tipo de aberración entre ellos, cada uno crea un bloqueo mental para sentir la privacidad que su hogar no les brinda, pero al mismo tiempo han sido consumidos por el supuesto orden arquetípico que Le corbusier realiza en su casa. Éste mensaje se transmite de manera un poco inconsciente en la escena donde la esposa está dando clases de yoga, las alumnas están analizando una planta que luego es cambiada por un teléfono celular. Se puede entender como la sustitución de lo natural por la máquina.
El personaje principal junto con su esposa, se sienten amenazados ante el hecho de que alguien ajeno a ellos pueda observar sus vidas y no poder sentir control sobre la manera en que se desenvuelven, lo cual termina sucediendo.
Al final de la película, se demuestra que estos personajes no toman como prioridad el bienestar de los individuos que integran su familia, sino que es más importante hacer lo que sea necesario por mantener ese funcionamiento utópico que creen vivir. Se puede decir que el objetivo era eliminar aquella parte de un todo, que no está permitiendo el buen trabajo de la máquina para habitar.
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